Se habla de mampostería portante cuando posee función estructural. Es decir, cuando resiste las cargas de entrepisos, vigas, techos, acción del viento y movimientos sísmicos.
Los muros portantes ofrecen gran resistencia a la compresión, lo que les permite transmitir las cargas verticales a las fundaciones, favoreciendo el apoyo de los cerramientos horizontales.
El proyectista deberá realizar el diseño estructural de forma tal que garantice la estabilidad del conjunto, estimando la capacidad portante del muro, de acuerdo a las características de los materiales que lo conforman.