La Ley 13059 fue sancionada por el poder legislativo de la Provincia de Buenos Aires en 2010. Su fin es establecer las formas de acondicionamiento térmico para mejorar la calidad de vida de la población y disminuir del impacto ambiental por medio del uso racional de la energía.
Entre sus artículos, exige la presentación de la documentación técnica respectiva, de acuerdo a las normas IRAM, que contenga el cálculo justificado de los valores de transmitancia térmica (K) y la lista de los materiales de la envolvente de la vivienda, con los valores de conductividad térmica y su respectivo espesor.
Por su parte, los organismos competentes deberán exigir al momento de la aprobación de la documentación técnica de la obra, todos los elementos que acrediten el cumplimiento de la misma.
Uno de los beneficios más representativos de la aplicación de esta ley es la reducción de los costos de uso y mantenimiento de las viviendas, debido a la disminución de los consumos energéticos destinados al acondicionamiento térmico.
La correcta aislación térmica permite reducir los gastos en climatización, mejorando las condiciones de habitabilidad de las viviendas.
La importancia de esta Ley se ve reforzada por el hecho de que en la Provincia de Buenos Aires habita más del 50 % de la población del país, que consume más del 70% de la energía primaria en funcionamiento de los edificios.